jueves, 24 de enero de 2013

Llénate de ira, golpea y pelea.



Nadie puede decir que nunca se ha molestado o se ha enojado con alguien, los casos más típicos son entre parejas, hermanos, familiares, con personas en autoridad como lo son: los padres, maestros, profesores, jefes o  cualquier otra persona que represente autoridad, si dices que no, yo no te creería, porque basta con el entender que todos somos distintos, y por otra parte, no es fácil ponerse de acuerdo.

La ira y el enojo es una parte del carácter del hombre, fíjese que la biblia dice en Efesio 4:26 en la versión Biblia en lenguaje sencillo: “Si se enojan, no permitan que eso los haga pecar. El enojo no debe durarles todo el día,” es naturaleza humana y no podemos evitar que las cosas no nos molesten, pero si podemos evitar cometer pecado, con la excusa de que estás enojado, el común creé que alguien supremo le concede una licencia de hacer o decir cualquier cosa por la excusa de estar enojado, no existe tal cosa. Y en el libro de los Proverbios del rey Salomón, en el capítulo 29: verso 22  “El hombre iracundo levanta contiendas, Y el furioso muchas veces peca.” 


En esta ocasión te recomiendo que te llenes de ira, que pelees y golpees, esto no parece ser un buen consejo, dado a que se nos enseña a amar a nuestro enemigo, bendecir a quienes nos maldicen, me inquietaba en mi corazón esta situación, porque tenemos por Dios, al Dios de los ejércitos, Él Poderoso en batallas, pero ¿qué ejército y que batalla?, en 2da. De Corintios 10:4 dice: "Las armas con las que luchamos no son de este mundo, sino que tienen el poder de Dios para destruir las fortalezas del enemigo.Con nuestras armas, también destruimos los argumentos de los que están en contra nuestra" (esta cita fue tomada de la versión La Palabra de Dios para Todos), 
acá claramente está escrito que tenemos armas, que vamos en contra de un enemigo y lo destruimos; ahora la pregunta obligatoria es, ¿Quién es tu enemigo?, ¿acaso será el vecino o la esposa (o)?, ¿Será el que te traicionó?, lo que sucede es que nos enojamos contra lo que vemos, esto es por el negar o el desconocer la existencia de un mundo espiritual que no podemos ver con los ojos naturales, por lo que en este verso dice que las armas no son de este mundo, y tenemos un enemigo que nos odia, que nos ha tratado de destruir si no le rendimos adoración, él es nuestro enemigo porque quiere la atención y el lugar de Dios, por lo que viene contra nosotros a robar, matar y destruir, como lo dice en Juan 10:10, pero ¿De qué forma nos trata de robar o matar?, como él es espíritu, no vamos a ver a un ser rojo con cachos, cola y un tenedor gigante fastidiando a la gente, o un hermoso ser angelical con malas intenciones, 
en realidad esto es lo que sucede,  “Porque no luchamos contra gente como nosotros, sino contra espíritus malvados que actúan en el cielo. Ellos imponen su autoridad y su poder en el mundo actual.” (Efesios 6:12 Biblia en Lenguaje Sencillo), pero a quien si vemos es a las personas que nos rodea, ¿Cómo creemos que enemigo hace presencia en el mundo? Pues sencillo, a través de las personas que vemos y de nosotros mismos, así que tu enemigo no es la persona, sino lo que opera a través de ella, lo cual sucede cuando el individuo le abre puerta, de los permisos que le firmamos al enemigo escribiré en otra oportunidad.
   Ya teniendo claro quién es mi enemigo, fíjate lo que sucedió en esta historia, que se encuentra registrada en el libro de 1ra. Samuel en su capítulo 11 en la biblia en lenguaje sencillo. 
1  Un hombre llamado Nahas, jefe de los amonitas, se preparó para atacar la ciudad israelita de Jabés de Galaad. La rodeó con su ejército, pero los habitantes de la ciudad le mandaron a decir: «No queremos guerra. Preferimos hacer un arreglo contigo, aunque tengamos que ser tus esclavos». 
2  Nahas les contestó: «Acepto el arreglo, con la condición de que me dejen sacarle el ojo derecho a cada uno de ustedes. Así me burlaré de todo Israel». 
3  Los representantes de Jabés le pidieron un plazo de siete días para enviar mensajeros por todo Israel y pedir ayuda. Se comprometieron a rendirse si nadie venía en su ayuda. 
4  Cuando los mensajeros dieron la mala noticia en Guibeá, que era donde vivía Saúl, toda la gente comenzó a llorar a gritos
5  En ese momento Saúl volvía del campo, donde había estado preparando el terreno para la siembra, y preguntó: «¿Qué le pasa a la gente? ¿Por qué llora?» Cuando le contaron lo que pasaba en Jabés, el espíritu de Dios vino sobre él, y Saúl se enfureció. 
7  Tomó entonces dos toros y los partió en pedazos, luego envió mensajeros por todo Israel, con los pedazos de los toros y con este mensaje: «Así despedazaré el ganado de quienes no se unan a mí y a Samuel en esta guerra». Dios hizo que los israelitas se llenaran de miedo, así que todos se prepararon para la guerra
8  Cuando Saúl los contó, eran trescientos mil hombres de Israel y treinta mil de Judá
9  Entonces mandaron este mensaje a los de Jabés de Galaad: «Mañana al mediodía llegaremos para librarlos de los amonitas». La gente de Jabés se puso muy contenta al recibir este mensaje, 
10 peros a los amonitas los engañaron diciéndoles: «Mañana nos rendiremos, y ustedes podrán hacer con nosotros lo que quieran». 
11  Al día siguiente, Saúl dividió su ejército en tres grupos. Cuando ya estaba por amanecer, atacaron el campamento de los amonitas. La batalla duró hasta el mediodía, y los israelitas mataron a muchos de ellos. Los amonitas que quedaron vivos huyeron, cada uno por su lado. 

¿Qué tal? Épico verdad, sé que a todos no les gusta las historias llenas de sangre, pues mientras que no sea la nuestra, y espero que no se levante ningún defensor de los derechos humanos de los amonitas, esta historia tiene que ver con usted y yo más de lo que se imagina, el enemigo cuando rodea una cuidad, lo que es relativo a nuestra vida, no es para enviarnos saludos, es para destruirnos, 
conquistarnos, dominar sobre nosotros y hacernos sus esclavos,  y tratara de lesionarte o dejarte inservible para burlase de ti y de Dios, el acto de sacarle el ojo derecho, está relacionado con enceguecer tu creatividad, de manera que no puedas ver salidas a los problemas, y te sientas que nadie te defenderá, si tu aceptas ser su esclavo, tu espíritu que es esencia de Dios y conoce el poder que hay en Él, llorara amargamente; te invito a que tomes la decisión de llenarte del Espíritu de Dios, y que te llenes de ira, pelees y golpees a tu enemigo, la enfermedad, la tristeza, la amargura, la soledad, la pobreza, el divorcio, la traición, el robo, el chantaje, el temor, o cualquier situación que este golpeando tu vida y se esté burlando de ti, me preguntarás 

¿Cómo lo hago? De la misma forma que destruyó el pueblo de Israel a los amonitas, era 300.000 hombre de Israel y 30.000 de Judá, esto significa que Israel es el pueblo de Dios y Judá significa alabanza a Dios, Judá era parte del pueblo de Dios, de forma más clara, nuestra herramienta de guerra es la oración a Dios, reconociendo lo que Dios ha hecho y agradeciendo, la mejor hora de ataque al el enemigo es la madrugada, y te aseguro que no solo serás librado sino que también recibirás recompensas adicionales.   
             
                            Por: E.S. en el Pastor Alexander García.  

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