domingo, 6 de enero de 2013

Barbas en remojo


Amado lector esto de cambiar no ha sido nada fácil, ¿verdad? , pero procurar el cambio todos los días es caminar hacia la perfección, y te sería de mucho beneficio que borraras de tu mente el dicho popular que dice: “Árbol que crece doblado, jamás su rama endereza”,  porque si es posible la conversión, sino la palabra de Dios no dijese: Arrepentíos y convertíos, ni que nos despojemos del viejo hombre que está viciado, pues ánimo, que si se puede.


En esta ocasión abro el tema con la mitad de un dicho popular que dice: “cuando veas las barbas de tu vecino arder, pon las tuyas en remojo”, me llama la atención, porque es un llamado a la reflexión, y viene a mi mente la palabra introspección, y me imagino que usted dirá ¿intro que?, esto es mirada hacia dentro, como lo es también reflexión, de la misma forma mirarse en un espejo,  considerarse a uno mismo, en Salmos 19:12 dice “¿Quién podrá entender sus propios errores?  Líbrame de los que me son ocultos.”  ¿Usted creé que no tenemos errores? Pues sí, lo que sucede muy a menudo es que no nos damos de cuenta que los tenemos, pero como aditivo más toxico para nuestra vida es  el juzgar y condenar a otros por sus errores y faltas, veremos lo que está escrito en Mateo capítulo 7 del verso 1 al 5 en una traducción en lenguaje sencillo, veamos:
Mat 7:1  »No se conviertan en jueces de los demás, y así Dios no los juzgará a ustedes. 
Mat 7:2  Si son muy duros para juzgar a otras personas, Dios será igualmente duro con ustedes. Él los tratará como ustedes traten a los demás. 
Mat 7:3  »¿Por qué te fijas en lo malo que hacen otros, y no te das cuenta de las muchas cosas malas que haces tú? Es como si te fijaras que en el ojo del otro hay una basurita, y no te dieras cuenta de que en tu ojo hay una rama. 
Mat 7:4  ¿Cómo te atreves a decirle a otro: “Déjame sacarte la basurita que tienes en el ojo”, si en tu ojo tienes una rama? 
Mat 7:5  ¡Hipócrita! Primero saca la rama que tienes en tu ojo, y así podrás ver bien para sacar la basurita que está en el ojo del otro.
Bueno, esto esta fuerte, pero es la palabra de Dios y quien habla es  nada más y nada menos que Jesús el Hijo de Dios, me gusta usar esta versión de la biblia porque usa un lenguaje muy claro, veamos lo que dice en Lucas 6:27 y 28 RV60. 
Luc 6:37  No juzguéis,  y no seréis juzgados;  no condenéis,  y no seréis condenados;  perdonad,  y seréis perdonados. 
Si te parece que es fuerte y duro, mira lo que dice verso 35 al 36.
Luc 6:35  Amad,  pues,  a vuestros enemigos,  y haced bien,  y prestad,  no esperando de ello nada;  y será vuestro galardón grande,  y seréis hijos del Altísimo;  porque él es benigno para con los ingratos y malos. 
Luc 6:36  Sed,  pues,  misericordiosos,  como también vuestro Padre es misericordioso. 
Este texto pone el estándar de hijo de Dios muy alto, y pensar que el común se creé hijo de Dios, nada más hay que echarle una miradita a este texto y pensar un poquito en nuestra forma de actuar, por otro lado  el verso 38.
Luc 6:38  Dad,  y se os dará;  medida buena,  apretada,  remecida y rebosando darán en vuestro regazo;  porque con la misma medida con que medís,  os volverán a medir.

A muchos les gusta usar este verso, pero solo sin el resto de los textos, pero quienes somos nosotros para juzgar a otro y lo más terrible es que lo condenamos, y miremos a Jesús en el caso de lo mujer adúltera en Juan 8:7  “Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.” ¿Si el hijo de Dios no la condenó, por qué nos creemos con derecho de condenar, menospreciar, quitarle el habla?, ¿o acaso el Señor Jesús no nos enseñó a orar diciéndole a Dios que nos perdone como nosotros perdonamos? Creo que nos olvidamos que nuestro prójimo fue creado a imagen de Dios, y si los despreciamos, a Dios despreciamos.
Bueno como que esto de mirarnos a nosotros mismo es como que importante para tener una buena relación con Dios y con las personas que nos rodean, te invito a cambiar, y que antes de lazar la piedra considérate a ti mismo y mira con misericordia a los demás, porque Dios ya te miró con amor y misericordia sin merecerla.


             Por: E.S. en el Pastor Alexander García.  


No hay comentarios:

Publicar un comentario